lunes, 3 de noviembre de 2008

Ya po, pónganse las pilas!

Los colegios emblemáticos de Santiago no pueden esperar más. Las municipalidades no pueden seguir haciendose cargo de algo que de verdad no les corresponde. Y los resultados están a la vista: ya se calló el Liceo de Aplicación y los demás colegios se encuentran en condiciones deplorables. ¿Se tiene que caer el Instituto para que empiecen a hacer algo?

Son éstos colegios los que hacen que a la educación estatal pueda competir contra los grandes privados.Y generalmente el gobierno sale bien parado. Es hora de que devuelvan la mano.

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