Los colegios emblemáticos de Santiago no pueden esperar más. Las municipalidades no pueden seguir haciendose cargo de algo que de verdad no les corresponde. Y los resultados están a la vista: ya se calló el Liceo de Aplicación y los demás colegios se encuentran en condiciones deplorables. ¿Se tiene que caer el Instituto para que empiecen a hacer algo?
Son éstos colegios los que hacen que a la educación estatal pueda competir contra los grandes privados.Y generalmente el gobierno sale bien parado. Es hora de que devuelvan la mano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario